El avance de la tecnología y las ciencias de la información en las últimas décadas es incuestionable. Este avance se refleja en cada uno de los aspectos del entorno y la vida cotidiana, desde la forma en que se accede a la información, pasando por la conexión al mundo, hasta el correcto monitoreo de la salud de las personas.
Los últimos avances en términos de salud implican una interconectividad entre las métricas de salud del paciente y los centros de ayuda, para mejorar la atención si es necesaria alguna intervención.
La presión sanguínea, los valores de los triglicéridos en la sangre o la densidad de determinado metal o vitamina pueden medirse y registrase en tiempo real. Gracias a este registro, pueden tomarse acciones determinadas en el acto, y asistir a tiempo al paciente.
Esto mismo sucede con las prótesis o implantes de toda índole, ya que la utilización de estos se facilita con la información del paciente y sus datos estadísticos. A la vez, pueden medirse la adaptación de estas piezas y sus resultados para buscar nuevas soluciones que mejoren aún más la salud de los pacientes.
Por ejemplo, esto sucede con los implantes de pechos de Motiva, cuya tecnología de punta permite una adaptación perfecta a la forma y a la salud del cuerpo. Además, ofrece seguridad en relación a sus componentes y comportamiento.
Hoy por hoy, la interconectividad de los dispositivos médicos con los dispositivos comunicacionales, como ordenadores y teléfonos móviles, es fundamental para hacer un seguimiento de los pacientes.
Los celulares cuentan con aplicaciones y programas que pueden medir y registrar algunos valores corporales, como la temperatura, el ritmo cardíaco y otros, a la vez que monitorear prótesis, implantes o dispositivos que existan en el interior del cuerpo, como marcapasos o reguladores de hormonas.
Las últimas tendencias apuntan a desarrollos de chips sanitarios que irían todo el tiempo con el paciente, midiendo su estado de salud y sus signos vitales. Dicha información se compartiría con los centros de salud para mejorar la atención al paciente. A la vez, se crearían mejores diagnósticos y mediciones más precisas, lo que implicaría mejores soluciones a largo plazo.
Esta tecnología ayudaría especialmente a adultos mayores con dispositivos que les faciliten la vida, trasplantes específicos, o prótesis que deben ser cambiadas con el tiempo. Asimismo, personas de todas las edades cuya calidad de vida depende de estos dispositivos.
La tecnología avanza y cada día mejora más y más la vida de las personas. Mantenerse en constante interacción e intercambio de información es fundamental a este respecto. No sólo para la salud del paciente, sino además para crear una base de datos extensa que pueda ayudar a futuros pacientes con padecimientos similares. La salud no es únicamente ahora, también es en los días por venir.